El proceso de evaluación fue diseñado por Instituciones como CENEVAL, apoyado por los Consejos Técnicos de las licenciaturas que forman parte del acuerdo. Los Consejos Técnicos sustentan el proceso de evaluación y respaldan el EGEL (examen que se aplica en la primera fase de este proceso).
El primer obstáculo al que se enfrenta un aspirante es el registro de la solicitud ante la Secretaría de Educación Pública. Aunque parecería que sólo hay que presentarse y entregar las constancias de estudio y solicitar los trámites de exámenes, esto no sucede así. Hay que generar una solicitud por escrito que exponga y fundamente las razones por las cuales se quiere realizar el trámite, anexando los documentos oficiales emitidos por las instituciones educativas y validarlos contra los originales.
Una vez cubierto éste primer requisito inicia un camino de estudio que no es menos tortuoso, ya que debe presentar el examen descrito anteriormente (EGEL), que contiene temas establecidos por un Comité Técnico y que segun ellos, deberían ser del conocimiento de todos aquellos que ejercen la profesión durante su vida laboral.
¡Ah! ¿Pero por qué tengo que estudiar conceptos elementales que no veo desde preparatoria? Nadie me comentó que había que estudiar, si no lo hago desde hace más de 20 años. Bueno, habrá que buscar cómo afrontar ese requisito de conocimientos, seguramente con guías contestadas y que se pueden aprender de memoria. Pues a buscar quién las vende y cómo conseguirlas. Hay quienes logran refrescar conocimientos solidos con las guías y se preparan sin problema para enfrentarlo. Pero hay otros que no lo logran y su ilusión los lleva a pagar escuelas que ofrecen apoyarlos a pasar el examen escrito. Estas escuelas se enfocan en sacar adelante la posibilidad de acreditar los exámenes escritos con los puntajes mínimos exigidos por la entidad evaluadora. Pasar con el mínimo es suficiente ¿Y la solidez del conocimiento? ¿Dónde queda? Ya verán más adelante.
En este momento, ya se han gastado recursos económicos no considerados al inicio de éste vía crucis, que inició con la idea de titularse en un par de meses. Además por los calendarios de exámenes y la falta de preparación ya se convirtieron en 10, 14 o hasta 18 meses.
Bueno, por fin se ha conseguido tener los puntajes suficientes para acreditar el examen escrito, ahora si ya soy un pasante, ya he pasado los exámenes que les aplican a los que acaban de egresar de la licenciatura y sacan los mismos puntajes que he logrado. Pues estoy preparado para presentar mi examen profesional oral y titularme. Pero… no tan rápido, hay que inscribirse al examen oral y esperar a que te indiquen el día específico para obtener el caso que te será asignado, tranquilo hay que dedicarle unas tres o cuatro horas a una pantalla para ver el momento exacto en el que abren el sistema para subir los números y folios que se requieren y no te equivoques porque quedas fuera del proceso. ¡LO HICISTE! Ya te inscribiste ya estás del otro lado, que te pongan el caso y ya está.
Pues no, ahora viene lo bueno. En los siguientes días recibirás un correo indicándote todos los requisitos que debes cubrir, los cuales incluyen un trabajo escrito con la resolución de un caso de estudio y que debes enviar antes de 20 días además de todos los documentos que deben acompañarlo. El envío es a través de la plataforma que ponen a tu disposición. Ahora veamos el caso… ¿Qué? Hay que hacer un trabajo con marco teórico, introducción, análisis, establecer la solución, comprobar que la solución es viable, sacar la bibliografía, ¿hacer todo eso además de estar trabajando? Pues lo tienes que hacer, no hay de otra.
Bueno ya que logres adivinar de qué se trata el caso, que es lo que tienes que hacer, investigar internet ¿Libros? Para que ya todo está en la red, mejor de ahí lo trataras de sacar y te darás cuenta que tienes que LEER LIBROS, pero no te dará tiempo son sólo 20 días, pensaras que sólo es un trámite y lo que vale es tu conocimiento y tu gran habilidad que te ha hecho destacar tanto en el trabajo, ahí les trataras de demostrar a los sinodales que mereces el título, sólo cubre el índice que te recomendaron en el Ceneval y ya ésta.
Ahora ya terminaste, subiste tu trabajo y tus documentos y sólo queda esperar el gran día, crees que con aprenderte bien el guion, hasta te van a felicitar los sinodales de lo bien que haces tu trabajo diario. Llegaras a tu gran día y esperaras a que te pasen al recinto donde demostraras tus grandes cualidades de profesionista. Te piden que pases a la sala, te presentan y te sienta a escuchar el proceso que seguirán los sinodales, expondrás tus diapositivas e iniciaran las preguntas, menuda suerte, como se les ocurrió preguntarte sobre esos temas que en tu vida has visto, no son propios del trabajo. Pero ¿por qué no has contestado casi nada de las preguntas? ¿Qué? “AÚN NO SATISFACTORIO” esto es una burla ¿Qué no es con base en la experiencia laboral? ¿Si tú tienes muchos años ejerciendo y sabes más que todos en la oficina? Pues ¿Qué crees? Hay muchas áreas de la profesión que desconoces, que nadie te había enseñado que existen, hay conocimiento que nunca te imaginaste que existía, o que servía en el ejercicio de la profesión. TRISTE REALIDAD: El 80% de los aspirantes a titularse a través del Acuerdo 286 terminan así.
¿Qúe necesitas entonces? Alguien que te dirija y acompañe en este proceso.
