A finales de la última década del siglo XX en México se analizó la necesidad de reconocer la experiencia de personas que han ejercido profesiones sin el amparo de un título profesional que los sustente. Se consideró en ese entonces que los años de experiencia ejerciendo algunas funciones que son propias de los profesionistas permitirían obtener el reconocimiento para adquirir la validación a través de una certificación que permitiera comprobar los conocimientos y las habilidades necesarias para cumplir con el requisito de la academia no realizada, para esto se decretó un Acuerdo Presidencial abalado por la Secretaría de Educación Pública y las Instituciones Educativas a trevés de sus gremios de ANUIES y los entendidos de la acreditación académica que en ese momento dominaban la calidad educativa del País, por lo que se autorizó el “ACUERDO 286”.
Dando cumplimiento al artículo 64 de la “Ley general de Educación” en la cual se le otorga la facultad al Secretario de Educación Pública para emitir un “Acuerdo Secretarial” en el que establezca las bases para la acreditación y certificación de conocimientos adquiridos de manera autodidacta o a través de la experiencia laboral, correspondientes a cierto nivel educativo o grado escolar.
En el año 2000 surgió el “ACUERDO 286”, éste acuerdo ha tenido dos modificaciones en el transcurso de 17 años, la última fue autorizada el mes de marzo de 2017, en la cual con el objeto de agilizar los trámites y apoyar la repatriación de connacionales de USA, faculta tanto a la DGAIR como a las instancias evaluadoras como el CENEVAL y a instituciones agremiadas de profesionistas a realizar los trámites administrativos para la recopilación, validación y revisión documental requerida para optar a la titulación a través de éste acuerdo.
Esté acuerdo va dirigido a personas mayores de 30 años con experiencia en el desarrollo laboral de 5 a 10 años y que por algún motivo han dejado trunca una licenciatura, aunque también abarca a aquellas personas que por formación autodidacta o experiencia laboral cuenten con los conocimientos y habilidades que demuestren que cuentan con las facultades que requiere la profesión ejercida.
